lunes, 10 de enero de 2011

EXCURSIONES, SUBIDAS Y BAJADAS






EXCURSIONES, SUBIDAS Y BAJADAS
Sabios doctores de la capital charra y no digamos de Madrid y otros famosos lugares siempre han aconsejado a sus amigos pasar una temporada en La Alberca bien para descansar, ilustrar el espíritu o recobrar energías en vistas a los duros inviernos de otras zonas. Por las mañanas si el día es apacible leer debajo de un nogal, castaño o un pino es una actividad envidiable.
En verano, por las tardes, hacer una excursión, por ejemplo a la Peña del Huevo, que está muy cerquita del pueblo es un buen ejercicio para caminar y fortalecer los tobillos.
Se queda en la ermita del Humilladero y aunque el día sea bueno y en lo alto de la Peña del Huevo se pueda estar en mangas de camisa como ves a Filomena Hoyos, un jersey no sobra y si no ya ves que a gusto está Mariano con él puesto. El grupo sale del pueblo por el camino del Monte Calvario; allí, se para unos minutos a contemplar la hermosura del paisaje, con el pueblo que va quedando al fondo. Se pasa una amplia pista cortafuegos y se coge después un camino de piedras, brezos, chinarros, pinos por doquier y en menos que lo piensas estás allí a los pies de la hermosa peña ovalada y rocosa que alguien acertó a llamar La Peña Del Huevo. La subida requiere ciertas precauciones y si no la conoces bien es preferible que vayas dejando unas miguitas de pan entre pequeños montículos de piedras, a la vuelta lo agradecerás y también las hormigas. Una vez en la cumbre y después de haber descubierto las cercanas buitreras, saluda el alto de la Peña de Francia y embébete con Batuecas. Al grupo le gusta dialogar y lo primero que hace es enseñar a la cámara la esencia pura de la vida llámase sencillamente “capaura” de chorizo. Filo recomienda quitar el pellejo, inspeccionar el trozo y lanzarse al ataque. Otilia y Mari Carmen no quieren perderse el momento y alzan el vuelo. Macu y Faustina espera que alguien dé la orden de comienzo. Ricardo observa, Mari Tere se peina y Mariano mientras ataca vigila si se cumplen las ordenanzas de los buenos excursionistas:¡Comer y callar! De vuelta después de haber bajado la Peña con precaución se cantarán las eternas canciones de siempre: La ovejita lucera, las vacas del pueblo, el riau, riau, y al pasar delante de la ermita de San Blas de donde ya no salen fantasmas al anochecer surge la canción de siempre: Pobrecitos los borrachos/ que están en el campo santo/ Dios los lleve a la Gloria/ por haber bebido tanto/… La mujer de las Animas invita a recogerse al grupo y programar la siguiente excursión. ¡Qué tal a La Peña de Francia! A Trini que está en una esquina le parece bien. Pero el padre Cosme piensa en mucho más, el camino de Santiago. Nacho prefiere bajar a Batuecas en la caja de una camioneta. El airecillo, el paisaje, las curvas, las ramas que si no te agachas te afeitan, y el vaivén de los correspondientes baches hacen que estas excursiones sean delicias de caminantes. ¡Quién no ha ido-y en esto está conmigo Pedro y Nacho-a Batuecas, al Soto , a Monforte , a Mogarraz o donde cerca de aquí Dios quiera…! ¡Quién no ha ido en la caja de una camioneta, a cielo descubierto, y gozando de los arranques de las salidas de las curvas y traqueteos de los baches, no conoce la pura esencia del Dakar que un día fueron las gloriosas carreteras de la Sierra de Francia!

No hay comentarios: