martes, 29 de noviembre de 2011

EL TRATO: EN LA PLAZA DE MI PUEBLO.























E L T R A T O:

EN LA PLAZA DE MI PUEBLO
-“En una de sus vigas están colgadas las pesas y medidas…”-
En la plaza de La Alberca /-es de una vieja canción-/
Le dijo un buen mozo al amo:/Esta plaza es lo que tiene/
Que estando en ella te acerca/Nos iguala, nos detiene/
Repele la emigración. Y nos une más ¡Estamos!
A Peromingo le gusta la Poli, no la politiquería ni la poligresía, la Poli. Y dice que como buen ciudadano, hace sus adelantamientos por la izquierda y luego sigue por la derecha (o medio centro). Y así, se pasa la vida de un lado a otro, con las debidas precauciones porque a veces la circulación es más complicada de lo que parece. A él le gusta la Poli, pero también es lo que él dice, las personas son más importantes que las ideas. Hay quien se las da de izquierdas, de culto, de justo, de comprensivo y luego es un dictador de cuidado y vive de la forma más egoísta posible, todo es suyo, ni comparte -y si puede se queda con la mejor parte-.
Otros que tienen aspecto de carcas, de beatos, de ambiciosos, de ir a misa todos los días, de no interesarse por nada,…son personas excelentes. Comprensivos, desprendidos y si pueden hacerte un favor se deshacen por hacértelo. Vamos que el encasillarte y aferrarse en una ideología determinada bien sea partido, creencia o afición y no ver más que a través de esos colores es cegarse o cerrar las puertas de todos los demás caminos que también pueden irse abriendo, tener un llano, un recodo, o un eficaz sendero.
Y aquí nos viene bien a cuento lo del fútbol. Los del Madrid son blancos, ambiciosos, “ligones” al máximo. Si a un niño le preguntas de qué equipo es, te dice yo del Madrid. ¿Y por qué?- le dices. Porque nunca pierde, te contesta. Eso mismo le sucede a los niños que son aficionados al Barça son separatistas (no comparten las bolas en el recreo), su juego es metódico, bien estudiado, antes de soltar prenda (la pelota) se la pasan y se la pasan y prefieren no meter gol antes que perderla.
Si una persona te dice que es de izquierdas (o derechas), desconfía (puede querer tener presunción, o demostrar rectitud). Si son otros los que te manifiestan que tiene esa tendencia, que se le nota, que canta, ya puede haber más veracidad. El ser de una u otra tendencia se manifiesta más por los comportamientos que por las definiciones ideológicas particulares de cada uno; que se demuestre es lo más veraz y sincero.
Y en el trato las personas se miran a la cara, a los ojos, se echa la visera para atrás, se escupe el palillo de la boca, se abrocha la pelliza, se cierra y se da la mano. ¡Hecho está!
A Peromingo ya hemos dicho que le gusta la Poli ( polis, en griego son las cosas del pueblo o ciudad) y cuando tiene tiempo coge su guitarra y en las noches de luna llena se va con sus amigos a pasear por la ermita de San Antonio. Hablan, comentan, discuten sobre temas de su localidad. ¡Y cuántas veces han construido sus particulares Abadías de los Templarios que no se han hecho realidad! Se nota que siempre han estado cerca de Las Batuecas. Van por el camino de la Casa García y siguen andando aunque haya que saltar algunas paredes de los huertos hasta llegar al Alto de la Arrol´huevo. Desde allí gusta ver el paisaje de la Peña de Francia, de la Peña del Huevo y admirar el magnífico complejo hotelero que han hecho los hijos de Tere y el Calé, la Abadía de los Templarios. De vuelta se sientan en el acogedor soportal de la Ermita de San Antonio y se ponen a cantar lo que antes se llamaban CANCIONES PROTESTA:
En la Plaza de La Alberca
-Es de una vieja canción-
Le dijo un buen mozo al amo
Esta plaza es lo que tiene
Que estando en ella te acerca
Nos iguala, nos detiene.
Repele la emigración
Y nos une más “¡Estamos!”
-¡Estamos! Es lo que importa
Como buen trato serrano.
Si hay diferencia se acorta
Se cierra y se da la mano.
Para todo hay que tener: SALIDAS
Para salir de esta Plaza
Habrás visto cuatro esquinas
Dos que entran o que salen.
Van del Tablado a la Puente
Se distinguen por su traza.
Y el fluir más de la gente.
-(¡Anda jaleo y jaleo!)-
La que sube al Barrionuevo
Verás que es más estrechina.
Y sientes más el Medievo.
Y la que falta ya sabes.
Ya sabes que va al Solano
Y a ese Templo-fortaleza
Que no hay igual, -así reza-
Ni por las sierras, ni el llano.
-(¡Anda jaleo y jaleo!)-
En la Plaza de mi pueblo
-Es de una vieja canción-
Le dijo un buen mozo al amo.
Lo peor la emigración
Y de lo demás: “¡Estamos!”
¡Estamos, en lo que estamos!
Y ¡adelante! ¡Que nos vamos!
















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