¡Ah! Si en un viejo portón ves un agujero del que sale un trocito de cuerda… ¡tira! Seguro que el sonido de la campanilla alertará al perro,-normal-; y éste, al poco tiempo, hará rebuznar al burro. Y al abrir la puerta el dueño de la casa saldrá volando una gallina. Finalmente, habrá que poner un poco de paz porque el gato puede que pase a tu lado corriendo, aprovechando también las vacaciones…
¡Viejas y curiosas instantáneas que sólo van quedando en la memoria de las simpáticas anécdotas del lugar! Y es que, sea lo que sea, La Alberca es ante todo un pueblo, un auténtico y vivo pueblo. Y lo espontáneo, es la gracia de su singular vida.
No hace falta foto, se comprende.. Pues…
¡”A PORTEÁ S´ADICHO”!
Hoy he cogido una mano
Y despacio la he elevado…
Tres toquecitos…y-¡al grano!-
Con “Dios os guarde” he llamado.
No contestan. Y-así digo-
Bajito por si molesta:
“¡Ave Maríaaa…!” (El postigo
Según lo abro protesta).
Contestaron desde arriba
Con suma amabilidad:
“Sin Pecado concebida”.
“Tenga buena bienvenida
Si con ella trae la paz.”
Traigo muy buenos saludos
Que es una gran “medecina”
No soy de esos de felpudos…
Pues sube ¡Hasta la cocina!
La llamada ha sido clara
Y la respuesta concisa.
Ahora verás y repara
¡Siéntate! No tengas prisa.
¿Va una pinta de aguardiente?
Una pintita…, genial.
Que si estás con buena gente
Lo más serrano es brindar.
¡Y a La salud! -Ya se sabe-
Sin duda lo principal. -
No está mal este jarabe…-
¿Han llamando?- ¡Dios le alabe!-
Aquí, ese ruido, es portear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario