martes, 29 de abril de 2014

LAS HURDES EN AUTO-STOP- POR J. Mª.REQUEJO







LAS HURDES / DÉCADA DE LOS SESENTA-I-


LAS HURDES EN LA DÉCADA DE LOS SESENTA-I-
La ventaja de escribir por aquellos años un diario es que hoy dispongo de una serie de datos que sin ellos sería imposible que la memoria pudiera recordar.
Y nada mejor que para ver la fidelidad de los mismos que escanear estas hojitas que día a día iba escribiendo a vuelapluma en el lugar que más tuviera acomodo. No he tratado de corregir nada sino mostrarlo como fue realizado en aquellos momentos. El viaje sirvió para que mi amigo y compañero José María Requejo después escribiera unos artículos “Las Hurdes en Auto-Stop” que refleja todas nuestras andanzas por aquellos difíciles por entonces lugares. El papel se ha ido deteriorando con el tiempo y me falta el artículo dos. Nos sirvió mucho las amistades que tenía mi padre por aquellos lugares.

De este tema de las Hurdes, mi padre se ocupó mucho, era también muy afectuosa la amistad que tenía con Don Mauricio cuando éste se pasaba en La Alberca bastante tiempo de reflexión, trabajo, descanso. Y desde aquí con el Tío Ignacio a modo de Sancho y Don Quijote partían en burro en continuas expediciones. Los artículos de mi padre “Salamanca y Las Hurdes” no puedo  disponer de ellos, más que de una mala fotocopia, lo mismo  que otros que escribió con el nombre de “Pueblecitos de
España en pie”.
X- Clic sobre el diario para poder mejor leer





domingo, 27 de abril de 2014

LAS HURDES O EL HONOR DE ESPAÑA- EN LA DÉCADA DE LOS SESENTA-




















LAS HURDES O EL HONOR DE ESPAÑA- EN LA  DÉCADA DE LOS SESENTA

Al sur de la provincia de Salamanca, pasando La Alberca y a unos metros del Valle de las Batuecas, entre olivos, pinos, brezos y jara; en un profundo y escabroso laberinto de valles y montañas, se abre una de las puertas –para nosotros la más interesante- que da entrada a la región cacereña des Hurdes. En unos kilómetros hemos pasado de un pueblo, esencialmente histórico: calles, plazas, fiestas, trajes y costumbres. A un pedazo de tierra que ha estado durante largo tiempo “al margen de toda historia”. Las Hurdes.
La tierra sin tierra, sin pan, la tierra de “jambri”.
Donde la pobreza, el aislamiento, el bocio y la enfermedad anidó  muchos años junto al hombre.
TIERRA SIN TIERRA
A medida que vamos internándonos  en su amplia comarca, se va palpando lentamente la realidad del medio, pizarra y roca,, más pizarra, todo roca.
Dejamos atrás Las Mestas, el Ladrillar, Vegas de Coria, el Rubiaco,… pueblecitos del mismo corte y perfil que tantos otros de la España de los años sesenta del subdesarrollo y que la emigración se encargó de mermar.
Nuñomoral, es la capital de las Hurdes Altas, de las aún tristes y paupérrimas Hurdes.
Buscando el nacimiento del río Hurdano, los Casares. Y en torno al mismo un puñado de míseras y desperdigadas alquerías: La Huetre, la Segur, Las Eras,…
Al otro lado de Nuñomoral, El Cottolengo del Padre Alegre- centro hospitalario y asistencial. Junto al bellísimo meandro que hace el Río Malvedillo las tres alquerías más tristes y paupérrimas que se puede uno imaginar: Martilandrán, El Gasco y La Fragosa.
Esta zona de las Hurdes altas es donde la tierra no es tierra, sangre, miseria, sudor. Donde la huerta o paredón cuántas veces ha tenido que ser construida por las arremetidas del río o de los temporales, con cargas de tierra traídas a lomos de burros de lejos. Y donde la vivienda es pizarra, pared, choza familiar.
EL HONOR DE ESPAÑA
Para algunos las Hurdes, han sido durante largo tiempo, “la vergüenza de España”. Para otros encabezados, por aquel insigne hispanista francés que tanto amó a la región, Maurice Legendre: El honor de España: “Porque hay que ver –decía Legendre- lo heroicamente que han trabajado aquellos hurdanos para arrancar un misérrimo sustento a una tierra ingrata. Ni los holandeses contra el mar”
El hurdano pese a las crueles condiciones del medio –arañaban el suelo y todo era pizarra pedregosa- no se dio nunca por vencido ni quería abandonar su rincón.
Hoy que ha cambiado de mentalidad gracias a una mayor apertura de comunicaciones, repoblación forestal, luz eléctrica, teleclubs, centros sanitarios, escuelas, se ha elaborado el Plan Hurdes que es preciso realizar y que uno de sus principales objetivos es CONCENTRAR  en poblados esas minúsculas y míseras alquerías.

-Hasta aquí este artículo que teníamos escrito en la década de los años de 1960, después de haber recorrido toda la región hurdana a pie y haber convivido con  sus gentes, en compañía del amigo y  escritor  José María Requejo-.

sábado, 26 de abril de 2014

LUIS BUÑUEL-MI ÚLTIMO SUSPIRO

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Las Hurdes, tierra sin pan
(Luis Buñuel, 1933)
Land Without Bread

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IMDb

Producción Ramón Acín
Dirección Luis Buñuel
Fotografía Eli Lotar


Las Hurdes

    Había en Extremadura, entre Cáceres y Salamanca, una región montañosa desolada, en la que no había más que piedras, brezo y cabras: Las Hurdes. Tierras altas antaño pobladas por bandidos y judíos que huían de la Inquisición.

    Yo acababa de leer un estudio completo realizado sobre aquella región por Maurice Legendre, director del Instituto Francés de Madrid, que me interesó sobremanera. Un día, en Zaragoza, hablando de la posibilidad de hacer un documental sobre Las Hurdes, con mi amigo Sánchez Ventura y Ramón Acín, un anarquista, éste me dijo de pronto: «Mira, si me toca el gordo de la lotería, te pago esa película». A los dos meses le tocó la lotería, no el gordo, pero sí una cantidad considerable. Y cumplió su palabra.

    Ramón Acín, anarquista convencido, daba clases nocturnas de dibujo a los obreros. En 1936, cuando estalló la guerra, un grupo armado de extrema derecha fue a buscarlo a su casa en Huesca. Él consiguió escapar con gran habilidad. Los fascistas se llevaron entonces a su mujer y dijeron que la fusilarían si Acín no se presentaba. Él se presentó al día siguiente. Los fusilaron a los dos.

    *****

    Para rodar Las Hurdes (Tierra sin pan) hice venir de París a Pierre Unik para que me sirviera de ayudante y al cámara Elie Lotar. Yves Allégret nos prestó una cámara. Puesto que no disponía más que de veinte mil pesetas, cantidad muy modesta, me di a mí mismo un mes de plazo para hacer la película. Gastamos cuatro mil pesetas en la compra, indispensable, de un viejo «Fiat», que yo mismo reparaba cuando era necesario (era un mecánico bastante bueno).

    En un antiguo convento requisado en virtud de las medidas anticlericales dispuestas por Mendizábal en el siglo XIX, Las Batuecas, se había instalado un modesto albergue que contaba apenas diez habitaciones. Cosa sorprendente: agua corriente (fría).

    Durante el rodaje, salíamos todas las mañanas antes del amanecer. Después de dos horas de coche, teníamos que seguir a pie, cargados con el material.

    Aquellas montañas desheredadas me conquistaron en seguida. Me fascinaba el desamparo de sus habitantes, pero también su inteligencia y su apego a su remoto país, a su «tierra sin pan». Por lo menos en una veintena de pueblos se desconocía el pan tierno. De vez en cuando, alguien llevaba de Andalucía algún mendrugo que servía de moneda de cambio.

    *****

    Después del rodaje, sin dinero, tuve que hacer el montaje yo mismo, en Madrid, encima de una mesa de cocina. Como no tenía moviola, miraba las imágenes con lupa y las pegaba como podía. Seguramente, descarté imágenes interesantes por no verlas bien.

    Hice una primera proyección en el «Cine de la Prensa». La película era muda y yo la comentaba por el micrófono. «Hay que explotar la película», decía Acín, que quería recuperar su dinero. Decidimos presentarla al doctor Marañón, que había sido nombrado presidente del Patronato de Las Hurdes.

    Poderosas corrientes de derecha y de extrema derecha atormentaban ya a la joven República española. La agitación era cada vez más violenta. Miembros de Falange —fundada por Primo de Rivera— disparaban contra los vendedores de Mundo Obrero. Era fácil adivinar que se acercaba una época sangrienta.

    Pensábamos que Marañón, con su prestigio y su cargo, nos ayudaría a conseguir el permiso para explotar la película que, naturalmente, había sido prohibida por la censura. Pero su reacción fue negativa.

    —¿Por qué enseñar siempre el lado feo y desagradable? —preguntó—. Yo he visto en Las Hurdes carros cargados de trigo (falso: los carros sólo pasaban por la parte baja, por la carretera de Granadilla, y eran escasísimos). ¿Por qué no mostrar las danzas folklóricas de La Alberca, que son las más bonitas del mundo?

    La Alberca era un pueblo medieval como tantos hay en España, que en realidad no formaba parte de Las Hurdes.

    Respondí a Marañón que, al decir de sus habitantes, cada país tiene los bailes más bonitos del mundo y que él demostraba un nacionalismo barato y abominable. Después de lo cual me marché sin añadir una palabra y la película siguió prohibida.

    Dos años después, la Embajada de España en París me dio el dinero necesario para la sonorización de la película, que se hizo en los estudios de Pierre Braunberger. Éste la compró y, de grado o por fuerza, poco a poco, acabó por pagármela (un día tuve que enfadarme y amenazarle con romper la máquina de escribir de su secretaria con una maza que había comprado en la ferretería de la esquina).

    Por fin, pude devolver el dinero de la película a las dos hijas de Ramón Acín, después de la muerte de éste.

    *****

    Durante la guerra civil, cuando las tropas republicanas, con la ayuda de la columna anarquista de Durruti, entraron en el pueblo de Quinto, mi amigo Mantecón, gobernador de Aragón, encontró una ficha con mi nombre en los archivos de la Guardia Civil. En ella se me describía como un depravado, un morfinómano abyecto y, sobre todo, como autor de Las Hurdes, película abominable, verdadero crimen de lesa patria. Si se me encontraba, debía ser entregado inmediatamente a las autoridades falangistas y mi suerte estaría echada.

    Una vez, en Saint-Denis, por iniciativa de Jacques Doriot, que era alcalde comunista de la población, presenté Las Hurdes ante un público compuesto por obreros. Había entre la concurrencia cuatro o cinco hurdanos inmigrantes. Uno de ellos me reconoció y me saludó algún tiempo después, durante una de mis visitas a aquellos áridos montes. Aquellos hombres emigraban, pero siempre volvían a su país. Una fuerza les atraía hacia aquel infierno que les pertenecía.


    Referencia
    BUÑUEL, LUISMi último suspiro. Éditions Robert Laffont, 1982. Disponible en:
     Mi último suspiro (Luis Buñuel, 1982).pdf  [1.38 Mb] .

viernes, 25 de abril de 2014

GIBSON, BUÑUEL Y UN PRÓXIMO DOCUMENTAL SOBRE LAS HURDES


























GIBSON, BUÑUEL Y UN PRÓXIMO DOCUMENTAL SOBRE LAS HURDES
Nos agrada leer que un historiador e hispanista tan importante  como Ian Gibson vaya a realizar un documental sobre Luis Buñuel.
El documental se basará en el libro escrito el pasado año por Gibson “Luis Buñuel, la forja de un cineasta universal”.
Gibson ha estado en La Alberca y algunos lugares donde va a grabar dicho documental.
Sin duda alguna que se habrá llevado un tremendo chasco al ver lo que han cambiado estos lugares en relación a los que se ofrece y son filmados anteriormente para la película Tierra sin pan, Buñuel, hacia 1932.
Gibson ha elegido las mismas fechas, entre el 23 de abril y 22 de mayo que Buñuel.
Llegará a La Alberca el día de La Romería, lunes siguiente al del Pendón. En este día se celebra el agasajo que realiza el Ayuntamiento a la toma por parte de las mujeres albercanas del famoso Pendón que arrebataron a las tropas portuguesas del  Prior de Ocrato cuando estas al paso por La Alberca defendían a Juana la Beltraneja que estaba en guerras familiares con Isabel la Católica.
De este acontecimiento no menciona Buñuel en Tierras sin Pan pero sí de las carreras de gallos que se celebraban en el Solano Bajero, entrada de la calle que sube al Barrio Nuevo. Califica el espectáculo como una extraña y bárbara fiesta. En ella- se ve perfectamente en el film- los escancianos (casados de ese año) montados a caballo tienen que cortar la cabeza del gallo correspondiente. El espectáculo era muy llamativo y de gran atractivo popular, hoy ya están prohibidas estas carreras a nivel nacional. (Aunque sí podrían ser simuladas de otra forma).
Buñuel en su documental hace una referencia bastante elogiosa de La Alberca. Calles, casas, aspecto medieval,…
Pero va a ser al día siguiente a la salida del Portillo de La Cruz, donde el primer encuentro orográfico con las Batuecas, va a comenzar la verdadera y cruda realidad.
Buñuel establece su cuartel cinematográfico en las Batuecas, que quiso comprar como manifiesta en sus escritos. Llega influido en los estudios de antropología humana que había realizado el gran hispanista Maurice Legendre “Las Hurdes étude de géographie humaine 1927”. Y también por las leyendas y escritos fantásticos que se habían hecho sobre esta zona.
El film de Buñuel originalmente mudo, en 1935 se pudo sonorizar, estuvo prohibido muchos años en España y sólo pudimos ver en sesiones universitarias. Trata de difundir un mensaje social y de denuncia contra la sociedad burguesa de aquel momento que no se interesa de zonas muy atrasadas como esta región cacereña de las Hurdes. Hurdes había varias en España pero esta era la más conocida, por el viaje de Alfonso XIII, Marañón, Unamuno,…Los problemas del enanismo, bocio,…La película es un poco cruda en algunas escenas. No puede faltar La Alberca, por el dominio que ejerció sobre esa zona. Paupérrima sobre todo en las alquerías del rio Malvedillo, Hurdes altas, Martilandrán, El Gasco, Fragosa.
Esperemos que la llamada que se realiza para que nuestro pueblo colabore en el film  de Gibson sea lo más numerosa y enriquecedora posible, pues este conocido   hispanista tiene un gran prestigio internacional. No queremos acabar sin citar otro famoso libro escrito ya en tiempos más recientes pero muy interesante para conocer la evolución de esta región hurdana “Caminando por las Hurdes” de Antonio Ferres y Armando López Salinas, transcribimos un párrafo de  su página 36: “Antonio recuerda las palabras de Barcala allí arriba en La Alberca y dice: Los jurdanos tienen que sentirse orgullosos, un escritor dijo que si en todas partes los hombres eran hijos de la tierra, en las Hurdes la tierra era hija de los hombres, los hurdanos la habían hecho puñado a puñado”
-Foto de Luis Buñuel-
ENLACE A LA PELÍCULA
































domingo, 20 de abril de 2014

RESURREXIT / RESURRECCIÓN























RESURREXIT. /  RESURRECCIÓN

Resurrexit. Gloria. Y brindo.  /  No hace falta lo concrete
Que a tal milagro me rindo.
Flauta. Tamboril. Y cohetes.

Resurrexit. Amiguetes.
Ya no es viernes. Es domingo.

La semana ha sido dura.  /  Con oficios. Procesiones.
Muchos pasos. Amargura.
E infinidad de oraciones.

Resurrexit en las plazas.  / Callejuelas y rincones.
Resurrexit en terrazas
Foros. Tertulias. Salones.

¡Tiene el tío caradura!  /  ¡Cuánto dice Resurrexit!
Lo que quiere, ya lo cazo
Que empecemos el hornazo
Y encetarlo con holgura.
-Por eso dice, tanto…”exit”-

Pues eso, ¡qué venga a plazos!  / Que hay que cuidar la figura.
La crisis y sus zarpazos
Piden guardar compostura.

Con postura punto com.
¡Resurrexit! ¡Y a las Eras!
Que a las diez, sube el Pendón.

Diez sueltos. Seis “latigazos”  / Que un día…Mas, hoy es cuestión
Que hermanemos los hornazos
¡Un brindis! Resurrección.
-Entendí ya la lección-

Y hay que despegar bizcochos.  /  Dar cartones. Pelotazos
Para eso está el frontón.
¡Y barra! Que hay buenos brazos
Y la mejor tradición.
Yo con una"perra chochos"...

Tú lo dices: El “pendón”.
Resurrexit .¡Cuatro eurazos!

Y baile suelto en Las Eras  / Junto a la ermita San Blas
(que ya no es lo que era…
¿Seguro? Ven y verás)

¡Resurrexit!  ¡Qué ca…
nijo y cabezón!

Resurrexit. Resurrección.

X- Gracias a la amabilidad de  Plateros y todos los que en el vídeo tan divinamente salen.
Y el buen hacer de mi mujer ante tan  suculento hornazo. Brindemos trovador brindemos 
que La Alberca bien se lo merece. ¡Va por ustedes! Y que Dios reparta suerte.







































viernes, 18 de abril de 2014

DEL SENTIMIENTO PROFUNDO DE LA PASIÓN


















DEL SENTIMIENTO PROFUNDO DE LA PASIÓN
En muchos pueblos de Castilla se celebra la Semana Santa. Se procesionan los  pasos que guardan en sus iglesias como auténticas reliquias de su pasado.
Pero hay en ciertos lugares, como es el caso de nuestro pueblo salmantino de La Alberca, donde se realiza con una voluntad asombrosa del sentir del pueblo.
Allí verás tanto en su iglesia como en sus  procesiones ese sentir reflejado en el rostro de la simpar figura del serrano.
Entre los tipos de la Sierra de Francia, dice Manuel Martín “abunda una expresión como mística, quiere decirse cierta rudeza primitiva, cierto pergeño arcaico que acaso inspiró a los imagineros”. Quizá un poco ruda esa fe, pero obstinada, vigorosa que acuden a sus actos religiosos con la severidad y prestancia de sus capas negras, cual si fueran cardenales de la curia romana, orden de caballeros cristianos con fervor y severidad.
Algunas serranas enlutadas parecen Virgencitas religiosas. Y cantan con una dulzura sentimental y religiosa el “perdona tu pueblo”; sus cánticos sobrecogen a todos los presentes más que esas trompetas desgarradoras que cortan el aire de las grandes ciudades. Otras veces es el silencio, el “ay Dios mío!, junto al paso lento que sus pisadas desprenden de los duras lanchas de granito.
¡Qué tendrán esos cánticos religiosos como  “cantemos al amor de los amores”, el “perdona tu pueblo”, el vía crucis  a través de los cruceros que salen del pueblo hasta el alto del Calvario, o el toque de la campana de Animas del atardecer , que hasta el visitante o turista más bullanguero al oír y sentir la presencia de estas manifestaciones religiosas queda absorto y sobrecogido!
Enmudecen las campanas, el pueblo se llena de visitantes de fuera algunos que trabajan o viven fuera, otros que acuden a ver un pueblo que tiene algo distinto que los demás. El grupo local de Cateja escenifica escenas de la pasión en las puertas del templo parroquial con efectos acústicos y luminosos propios de nuestro tiempo, pero con voces que  traen al espectador a Calderón, a Lope, a Santa Teresa, o escenas de la Pasión representadas por jóvenes lugareños que actúan como verdaderos profesionales. Y viven y  reviven su Semana Santa.
Las fotos muestran imágenes de alrededor de 1950, cuando la emigración no había hecho aún muchas de las suyas, aunque Juítas si lo estaba ya indicando.
Mala la hubiste Juítas. / De tanto mirar pa´fuera.
No tenías aquí huertitas
Y buenos trozos en Leras?

Cambia ya tus intenciones / Y mira más por las locales
-obleas, jamón, turrones,..
Castaños, cerezos, nogales.
Manzanos. Exposiciones
De bordados. Robledales,…

Por tanto ¿de qué te quejas? / Si tienes arte a raudales
Y los mejores Catejas.
¡Juítas abre canales!
Da igual ovejas que abejas
Importa que  sean caudales.























domingo, 6 de abril de 2014

HISTORIAS DE AQUEL JUDAS PATAGENO

HISTORIAS PARA SER MEJOR CONTADAS
-DE AQUEL JUDAS PATAGENO-

Pues bien, yo también estuve allí, ya era  un mocito metido en jarana. Aunque en aquellas Semanas Santas  no se podía cantar, a quien vieran hacerlo le llamaban la atención,  había muerto el Señor y por tanto se debería ser respetuoso y más en aquella época que se cantaba La Pelona, Yo te daré, Maria Cristina me quiere gobernar, ¡Ay Tani que mi tani?,.. No tocaban las campanas sino la Matraca; se comía la Rosca que era una especie de hornazo pero a lo viudo, quiero decir sin tajadas.
Eso sí, se hacían sonar una especie de “carracas” que los hijos de Goyo Mañanitas eran expertos en el toque.
 En las procesiones no tocaba el tamboril se cantaba el “Perdona tu pueblo” y lo hacían tan bien las mujeres albercanas que nos sobrecogían. Cuando nos aburríamos El Cemento era el mejor sitio de atracciones. Quienes no iban a las procesiones sabíamos que se escondían detrás de las ventanas de los bares y se les miraba de reojo al pasar por la Plaza.
Como todos los años venía algún buen predicador, la iglesia se llenaba hasta los topes.
A los albercanos siempre les ha gustado en Semana Santa , las fuertes emociones y sobre todo que la palabra conmoviera.
PUESTA EN ESCENA
 Estamos en el Solano, en lo alto de un tablado un joven, buen recitador y con voz conmovedora igual que lo hacía Marchena en lo alto del castillo humano, y Manolín en la Plaza ante la Virgen, comienza a declamar con estas relaciones espontáneas y sentidas:
El Solano abarrotado.  /  “Toa” la gente enardecida.
¿Qué es lo que aquí habrá pasado
Que “tie” tan mala acogida?

-Ven, “pa´acá” Judas traidor  /  Ven ,”pa´acá” que te socorre
Te escapaste “pa” la Torre
Cuando vendiste al Señor.

De ti ya nadie se fía  /  Quisiste huir “pa” la Puente
Pero al pillarte la gente
Entraste en la sacristía.

Para contar los denarios  /  Sacados de tu traición.
Y“t´as ío”, al campanario
Como un loco, de un tirón.

-¡Ven ,pa´acá, Judas traidor!-

Quieres  tocar las campanas  /  Pero estas se te han negado
Te tienen por tarambana
Y personaje alocado.

¡Dale, dale a la matraca!  / Te decimos desde abajo
¿Desde abajo?¡Qué carajo!
Si te estabas haciendo caca.

Salta, Juítas, traidor.  /  Que estás tan acorralado
Que un milagro hará el Señor
¡Qué caigas despachurrado!

Siete vidas tiene un gato  /  Tú seguro las triplicas
¡Mira que grande este trapo!
Lánzate y te santificas.

Se le ocurrió al desgraciado  /  Astuto cantamañanas
Cortar la soga de un lado
Que sale de las campanas.

Ya Juítas que se ha lanzado  /  A bajar por la pared.
La gente grita ¡chalado!
¿”A ónde” va “vuesa” merced?

Al infierno –dice Judas  /  Por traidor y mal banquero.
No me deis vuestras ayudas
¡Pa” los pobres! mi dinero.
¿Tú dinero?-¡Calla fiera!  /  Si a Jesús  has delatado.
Tú mismo lo has destinado.
Bebiendo una cuba entera.

Mas de pronto ¿Qué ha pasado?  /  Y se horroriza  el Solano.
Judas ya desesperado
Ha cortado por lo sano.

Se ha lanzado hacia el Osario  /  Brazos abiertos y en plano
Absorto está el vecindario
Viendo caer al tirano.

El milagro  está  bien hecho  /  Su cuerpo se ha transformado
En muñeco de deshecho
Y en un saco disfrazado.

Un chaval se lleva un brazo  /  Cuatro pajas medio rotas.
Otro se lleva las botas
Y del cuero hacen pelotas.

Ya Judas ¡¡Que ya se ha ahorcado!!  /  Grita un hombre entusiasmado.
Y mientras llega la caja
Contenta la muchachada
Se pelea, lo desgaja
Baile suelto. ¡Qué gozada!

Y AQUÍ ACABÓ EL EPISODIO

-Mas  la historia continúa.
Gracias a un ángel custodio
La seguimos  relatando.
Que hay gente vaga y “mu agúa”
Que  no le gusta ir andando.-

Ya lo llevan a enterrar  / Por la Esquina del Tornero
Hacia la Puente.  Y al pasar.
Ovación como a un  torero.

¡¡”Llevaílo pa Los Molinos!!”  / Gritaban los del Castillo
¡Anda que si yo lo pillo...!

Nadie deja de aclamar.  / Y si no “pa” los cochinos
Que es delicioso el manjar.

A los Molinos le bajan  / Por una rampa que había.
Mientras unos más le rajan
Otros con gran osadía
Cuquean, gritan, se abrazan,...

Vuelven al pueblo en silencio.  / Comentando por lo bajo
Ya lo decía el tío Cencio
Que a él, Judas le olía a ajo.

En el fondo un gran silencio   /  “¡callaisvos!”. No veis, carajo
Capas negras con hachones.
-Sobrecogen, ¡qué emociones!-

Pues, yo te doy esquinazo  /  Te veré en  la procesión...
Voy a encargar tres hornazos
Para Pascuas y el Pendón,...

Dicen que al  siguiente día  /  Vieron en un soportal
A Juítas que salía
“D´ancasa” del Tío Chagal.

¿Es milagro? ¡Madre mía!
Pues de esto ya ¡chitón!

Ya verás, si no se lía.  /  ¿Un cigarro? -¡qué capón!-
Este es de imaginería
Por eso  va en procesión.

Y tiene la condición  /  Que “pa´onde mira el sayón”
Ese año hay alegría
Y  mejor recolección.


Y AQUÍ SE ACABA LA HISTORIA
DE ESTE JUDAS PATAGENO
QUE QUEDA EN NUESTRA MEMORIA
¡AUNQUE YA VEIS,  NO FUE BUENO!