viernes, 18 de abril de 2014

DEL SENTIMIENTO PROFUNDO DE LA PASIÓN


















DEL SENTIMIENTO PROFUNDO DE LA PASIÓN
En muchos pueblos de Castilla se celebra la Semana Santa. Se procesionan los  pasos que guardan en sus iglesias como auténticas reliquias de su pasado.
Pero hay en ciertos lugares, como es el caso de nuestro pueblo salmantino de La Alberca, donde se realiza con una voluntad asombrosa del sentir del pueblo.
Allí verás tanto en su iglesia como en sus  procesiones ese sentir reflejado en el rostro de la simpar figura del serrano.
Entre los tipos de la Sierra de Francia, dice Manuel Martín “abunda una expresión como mística, quiere decirse cierta rudeza primitiva, cierto pergeño arcaico que acaso inspiró a los imagineros”. Quizá un poco ruda esa fe, pero obstinada, vigorosa que acuden a sus actos religiosos con la severidad y prestancia de sus capas negras, cual si fueran cardenales de la curia romana, orden de caballeros cristianos con fervor y severidad.
Algunas serranas enlutadas parecen Virgencitas religiosas. Y cantan con una dulzura sentimental y religiosa el “perdona tu pueblo”; sus cánticos sobrecogen a todos los presentes más que esas trompetas desgarradoras que cortan el aire de las grandes ciudades. Otras veces es el silencio, el “ay Dios mío!, junto al paso lento que sus pisadas desprenden de los duras lanchas de granito.
¡Qué tendrán esos cánticos religiosos como  “cantemos al amor de los amores”, el “perdona tu pueblo”, el vía crucis  a través de los cruceros que salen del pueblo hasta el alto del Calvario, o el toque de la campana de Animas del atardecer , que hasta el visitante o turista más bullanguero al oír y sentir la presencia de estas manifestaciones religiosas queda absorto y sobrecogido!
Enmudecen las campanas, el pueblo se llena de visitantes de fuera algunos que trabajan o viven fuera, otros que acuden a ver un pueblo que tiene algo distinto que los demás. El grupo local de Cateja escenifica escenas de la pasión en las puertas del templo parroquial con efectos acústicos y luminosos propios de nuestro tiempo, pero con voces que  traen al espectador a Calderón, a Lope, a Santa Teresa, o escenas de la Pasión representadas por jóvenes lugareños que actúan como verdaderos profesionales. Y viven y  reviven su Semana Santa.
Las fotos muestran imágenes de alrededor de 1950, cuando la emigración no había hecho aún muchas de las suyas, aunque Juítas si lo estaba ya indicando.
Mala la hubiste Juítas. / De tanto mirar pa´fuera.
No tenías aquí huertitas
Y buenos trozos en Leras?

Cambia ya tus intenciones / Y mira más por las locales
-obleas, jamón, turrones,..
Castaños, cerezos, nogales.
Manzanos. Exposiciones
De bordados. Robledales,…

Por tanto ¿de qué te quejas? / Si tienes arte a raudales
Y los mejores Catejas.
¡Juítas abre canales!
Da igual ovejas que abejas
Importa que  sean caudales.























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