domingo, 6 de abril de 2014

HISTORIAS DE AQUEL JUDAS PATAGENO

HISTORIAS PARA SER MEJOR CONTADAS
-DE AQUEL JUDAS PATAGENO-

Pues bien, yo también estuve allí, ya era  un mocito metido en jarana. Aunque en aquellas Semanas Santas  no se podía cantar, a quien vieran hacerlo le llamaban la atención,  había muerto el Señor y por tanto se debería ser respetuoso y más en aquella época que se cantaba La Pelona, Yo te daré, Maria Cristina me quiere gobernar, ¡Ay Tani que mi tani?,.. No tocaban las campanas sino la Matraca; se comía la Rosca que era una especie de hornazo pero a lo viudo, quiero decir sin tajadas.
Eso sí, se hacían sonar una especie de “carracas” que los hijos de Goyo Mañanitas eran expertos en el toque.
 En las procesiones no tocaba el tamboril se cantaba el “Perdona tu pueblo” y lo hacían tan bien las mujeres albercanas que nos sobrecogían. Cuando nos aburríamos El Cemento era el mejor sitio de atracciones. Quienes no iban a las procesiones sabíamos que se escondían detrás de las ventanas de los bares y se les miraba de reojo al pasar por la Plaza.
Como todos los años venía algún buen predicador, la iglesia se llenaba hasta los topes.
A los albercanos siempre les ha gustado en Semana Santa , las fuertes emociones y sobre todo que la palabra conmoviera.
PUESTA EN ESCENA
 Estamos en el Solano, en lo alto de un tablado un joven, buen recitador y con voz conmovedora igual que lo hacía Marchena en lo alto del castillo humano, y Manolín en la Plaza ante la Virgen, comienza a declamar con estas relaciones espontáneas y sentidas:
El Solano abarrotado.  /  “Toa” la gente enardecida.
¿Qué es lo que aquí habrá pasado
Que “tie” tan mala acogida?

-Ven, “pa´acá” Judas traidor  /  Ven ,”pa´acá” que te socorre
Te escapaste “pa” la Torre
Cuando vendiste al Señor.

De ti ya nadie se fía  /  Quisiste huir “pa” la Puente
Pero al pillarte la gente
Entraste en la sacristía.

Para contar los denarios  /  Sacados de tu traición.
Y“t´as ío”, al campanario
Como un loco, de un tirón.

-¡Ven ,pa´acá, Judas traidor!-

Quieres  tocar las campanas  /  Pero estas se te han negado
Te tienen por tarambana
Y personaje alocado.

¡Dale, dale a la matraca!  / Te decimos desde abajo
¿Desde abajo?¡Qué carajo!
Si te estabas haciendo caca.

Salta, Juítas, traidor.  /  Que estás tan acorralado
Que un milagro hará el Señor
¡Qué caigas despachurrado!

Siete vidas tiene un gato  /  Tú seguro las triplicas
¡Mira que grande este trapo!
Lánzate y te santificas.

Se le ocurrió al desgraciado  /  Astuto cantamañanas
Cortar la soga de un lado
Que sale de las campanas.

Ya Juítas que se ha lanzado  /  A bajar por la pared.
La gente grita ¡chalado!
¿”A ónde” va “vuesa” merced?

Al infierno –dice Judas  /  Por traidor y mal banquero.
No me deis vuestras ayudas
¡Pa” los pobres! mi dinero.
¿Tú dinero?-¡Calla fiera!  /  Si a Jesús  has delatado.
Tú mismo lo has destinado.
Bebiendo una cuba entera.

Mas de pronto ¿Qué ha pasado?  /  Y se horroriza  el Solano.
Judas ya desesperado
Ha cortado por lo sano.

Se ha lanzado hacia el Osario  /  Brazos abiertos y en plano
Absorto está el vecindario
Viendo caer al tirano.

El milagro  está  bien hecho  /  Su cuerpo se ha transformado
En muñeco de deshecho
Y en un saco disfrazado.

Un chaval se lleva un brazo  /  Cuatro pajas medio rotas.
Otro se lleva las botas
Y del cuero hacen pelotas.

Ya Judas ¡¡Que ya se ha ahorcado!!  /  Grita un hombre entusiasmado.
Y mientras llega la caja
Contenta la muchachada
Se pelea, lo desgaja
Baile suelto. ¡Qué gozada!

Y AQUÍ ACABÓ EL EPISODIO

-Mas  la historia continúa.
Gracias a un ángel custodio
La seguimos  relatando.
Que hay gente vaga y “mu agúa”
Que  no le gusta ir andando.-

Ya lo llevan a enterrar  / Por la Esquina del Tornero
Hacia la Puente.  Y al pasar.
Ovación como a un  torero.

¡¡”Llevaílo pa Los Molinos!!”  / Gritaban los del Castillo
¡Anda que si yo lo pillo...!

Nadie deja de aclamar.  / Y si no “pa” los cochinos
Que es delicioso el manjar.

A los Molinos le bajan  / Por una rampa que había.
Mientras unos más le rajan
Otros con gran osadía
Cuquean, gritan, se abrazan,...

Vuelven al pueblo en silencio.  / Comentando por lo bajo
Ya lo decía el tío Cencio
Que a él, Judas le olía a ajo.

En el fondo un gran silencio   /  “¡callaisvos!”. No veis, carajo
Capas negras con hachones.
-Sobrecogen, ¡qué emociones!-

Pues, yo te doy esquinazo  /  Te veré en  la procesión...
Voy a encargar tres hornazos
Para Pascuas y el Pendón,...

Dicen que al  siguiente día  /  Vieron en un soportal
A Juítas que salía
“D´ancasa” del Tío Chagal.

¿Es milagro? ¡Madre mía!
Pues de esto ya ¡chitón!

Ya verás, si no se lía.  /  ¿Un cigarro? -¡qué capón!-
Este es de imaginería
Por eso  va en procesión.

Y tiene la condición  /  Que “pa´onde mira el sayón”
Ese año hay alegría
Y  mejor recolección.


Y AQUÍ SE ACABA LA HISTORIA
DE ESTE JUDAS PATAGENO
QUE QUEDA EN NUESTRA MEMORIA
¡AUNQUE YA VEIS,  NO FUE BUENO!























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