sábado, 5 de noviembre de 2016

CAMINOS OTOÑALES --CASTAÑAS. ¡TIENE CASTAÑAS!--





















CAMINOS OTOÑALES
El castaño está en el escudo de La Alberca. Fue la  “tinta” su peor enfermedad y el farmacéutico Don Isidro Puerto quien más investigó  las causas de la misma. Pero la tala y ese terrible hongo, se llevaron por delante ese frondoso paisaje de castaños que junto a los nogales “tupían” todas las entradas de nuestro saludable pueblo y entorno.
Quedan muchos castaños, pero es preciso repoblar más como inteligentemente lo hicieron los albercanos a comienzos del siglo pasado.
¿Quién se atrevida de niño a pasar sólo por la carretera de circunvalación, conocida como la de Mogarraz? Los enormes brazos de aquellos gigantones árboles eran capaces de elevar por los cielos a los chiquillos. Yo recuerdo como uno de ellos me quiso coger y tuve que salir corriendo hacia la Senjá, donde otro tremendo castaño del Señor Román Romanones  movió el viento con no muy buenas intenciones y el cercano nogal que vareaba Florencio descargó una copiosa tormenta de nueces. Isabelita calmaría mi miedo con un puñadito de ellas.
Trovas y vena poética salen aquí al encuentro de estos días otoñales de lluvias de castañas y nueces que hacen de nuestro pueblo un privilegiado lugar.

CASTAÑAS. ¡TIENE CASTAÑAS!
No pudo más el erizo.
          Y la castaña fue al suelo
          A celebrar su bautizo.
Fue duro y corto su  vuelo.

Rodó… Cayó…
                       Nuevo indicio.

Castañas. ¡Tiene castañas!
…Y en la frase un doble juego.

Ya verás… ¡Cómo te apañas!
Vendrá, después, el despego
De la cáscara.
                       Mas…
                                  Luego…
Sabiéndola bien mondar.
Lo sabrosa que está cruda.
¡No te puedes ya callar!
¿Si necesitas ayuda?
Fáciles son de pelar.

Castañas. ¡Tiene castañas!

¿Cómo las quieres? ¿Cocidas?
Si tienes  muy buenas mañas
Rajadas, anís y hervidas.

Castañas. ¡Tiene castañas!

Pilongas. También  asadas.
¡Ojo al fuego! Y…¡Las pestañas!
Que temo tus artimañas.

-¡No me digas más bobadas!-

Castañas. ¡Tiene castañas!

Y estos que son ¿Tus reproches?
¿A que no las ves quemadas?
¡Que me encantan!
        ¡Los calboches!

Castañas… de mis entrañas.
Crudas.
            Pilongas.
                     Cocidas,…

Y poniendo ya más fe
Pues en esto nunca hay broches
Esas… de marrón glacé…
¡Qué se chinchen las casadas!
Castañas.
               Castañas.
                                Castañas.
¡Magostiño más calboches!
Si quieres te digo asadas.

























































































No hay comentarios: