jueves, 1 de diciembre de 2016

A TRES PASOS DE LA CIUDAD




















A TRES PASOS DE LA CIUDAD
“Salamanca que enhechiza la voluntad  de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda y buena carretera desde Mogarraz, La Alberca, El Cabaco, Tamames y Vecinos han gustado”-Miguel de Cervantes –El Licenciado en Vidrieras. Y “La Alberca en sus tradiciones”.
La Alberca está a tres pasos de la ciudad. Acostumbramos a hacer el viaje al revés, de la ciudad dorada a la amplitud de la sierra. Pero la ventaja de estar en la villa medieval es que puedes ir en un momento determinado a la ciudad de las plazas mayores, de las dos catedrales, de los lazarillos del puente romano,… De ir del pasado al presente y a la inversa. Y quedarte tan triste, tan contento o tan melancólico como manden las circunstancias correspondientes.
La Peña de las Francias está por testigo y el Castillo del Buen Amor, el trilingüe o las torres de las dos catedrales, que pusieron  por referencia los buenos tiempos de estudiante, también lo son.
Sales de la Alberca de su típica plaza medieval y llegas a Salamanca también a su plaza dorada, plateresca, ambas con soportales; separadas en el tiempo y hermanadas en el encanto, en el misterio; cada una a su estilo, uso y función. Después ya nos podemos ir por la ciudad o por la villa serrana, paso a paso, cercanía y extensión, propia de cada una de ellas.
¡Y se levanta el telón!
SALAMANCA A TRES PASOS
Dichosos lo que podéis
Vivir en esta ciudad
De Salamanca.

A los demás, ya nos veis
Os digo, así la verdad,
Sincera, franca:
Con un hondo ¡Más quisiera..!
Y  un nudito  en la garganta.

Pero garganta no rima.
¡Tienes razón! Encamina.
Y al mismo tiempo te arranca.

¡Oye! ¡Dime! Repostero.
¿Me valdrá tu gasolina?...
“Pienso” siempre; y es… sincero.

Tengo el caballo en la puerta
Porque voy a Salamanca.

Aquellas torres, al fondo.
Detrás de esa pared blanca
Entre la llanura y lo hondo
¿Estás viendo? Salamanca.

¡Llene el tanque,
                         Repostero!
¡Para que pronto yo arranque
                          Y sea el primero
En llegar a  Salamanca!

¿Qué se atranca?
Pues quíteme ese velo
Que corriendo por el cielo
-Arre moto, piti, poto.-…
Me contiene tanto “manque”
Gane, tropezón o pierda.

Voy llegando como un rayo
Sin el mínimo desmayo
Por la llanura y el soto.
Torciendo un poco a la izquierda

¿Tu caballo es una moto?

Y vas.., ¿Dónde?  A Salamanca.






































































































































































































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