lunes, 10 de julio de 2017

LA IMAGINACIÓN Y LA MEMORIA SE PONEN EN MARCHA






















LA IMAGINACIÓN Y LA MEMORIA SE PONEN EN MARCHA
¡Qué suerte- también según se vea…-  poder ponerse en marcha con esas facultades mentales! Sin moverse de la silla, haciendo transbordos  neuronales, durmiendo en hoteles al aire libre  de todas las estrellas,  del calorcillo  tan temperamental y gratificante  de la autónoma comunidad andaluza.
Vía la Plata subimos un poquito más arriba, al centro de la península.
Salimos del campo charro y vamos camino de la serranía salamanquina. Pasamos por Vecinos, Tamames, el Cabaco,…Nuestro vehículo, el patinete bolígrafo.
Atrás queda, la encina. Esos amplios campos de encinares donde la liebre sorpredida
salta, corre y se esconde, entre matojos de tomillos.
Lejos se oye el zumbido de un tractor agrícola. Y voces lejanas acompañadas de ladridos de canes y exigentes mugidos.
Comienzan los robledales y los invasivos pinares que le han quitado el sitio al nogal y al castaño y que secan los canalillos y regaderas que humedecían los caminos, y que  regaban los huertecillos cercanos de los pequeños pueblecitos. 
Hoy algunos de ellos se van haciendo casi ciudades, caso de Tamames.
Helechos , y bajos matorrales invadidos también por más helechos, nos acerca a estos pueblos de siempre de la sierra que está continuamente castigando la emigración; vacíos en invierno y tan solicitados en verano, que tienen que adaptarse a sus menguados servicios de momento.
Así  surgen estas nuevas y pequeñas poblaciones de  calles estrechas y tortuosas que se van alargando más al cielo; fuentes cantarinas no aptas para la bebida y acompañadas
de las mismas avispas de toda la vida. Fuentes públicas fresquitas, socorridas para el momentáneo lavado de cara del sudor veraniego.
Caserones con telefonillo ya incluido y viejos corredores de madera entre cal, pintura y barro y móviles y tabletas que te ponen al día y la mente al juego.
Vamos camino de la Peña. Aquí la Peña es la de Francia, la de Roldán, Garzones, Guinandos,…Y últimas huestes de Don Rodrigo.
No es preciso preguntar a nadie por ella y si lo haces te van a contestar riendo: ¡Vela, ahí la tienes! Nunca la tendrás de espalda no siendo que las hayas pasado.
¿Oiga el mejor camino para subir a la Peña de Francia?...Sigan este que traen sin perder las señales.
El hombre se lleva la mano a la boca y sonríe. Con el palo detiene la curiosidad olorosa de sus perros Y nos pregunta: no es por ser muy curioso ¿Vienen de muy lejos? Satisfecha su curiosidad nos habla del Paso Los Lobos, de Salto del Niño, de Simón Vela, de la moza Santa de Sequeros,…
Y al final…señales, montañas, sudores, agua de cantimplora y “to  p´alante”  y luego  “to, to,y to p´arriba” Y nos vamos con el “to” tan característico de Salamanca a La Peña de Francia.








































































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